No fue el slogan ganador, pero
así quiero llamar al “mini proyecto” que hemos desarrollado en la clase de 5º
B. Este fue uno de los slogan que los chicos pensaron para una de las
actividades que os detallamos a continuación.
El problema del calentamiento
global y la necesidad de cuidar nuestro planeta, tomando conciencia de lo
importante que es una buena gestión de los recursos naturales está más presente
y asimilado en nuestros alumnos de lo que quizá pensamos y así lo han
demostrado a lo largo del desarrollo de este proyecto.
Comenzamos el camino leyendo
sobre las 3R (reduce, reutiliza y recicla). Así, los alumnos de 5º B han tomado
conciencia de la importancia de los pequeños detalles para evitar malgastar un
recurso tan imprescindible como el agua. Llegamos a la conclusión de que con
unos pequeños trucos, como si fuésemos magos, podíamos hacer mucho:
- Utilizar bombillas de bajo consumo.
- Ducharnos en vez de bañarnos.
- Utilizar más el transporte público.
- Comprar menos productos envasados.
- Utilizar contenedores de reciclaje y
solicitarlos a tu ayuntamiento si no los hubiera.
Con este último
consejo, enlazamos con nuestra siguiente actividad. Convencidos de que el
reciclaje es absolutamente necesario, decidimos elaborar nuestros propios
contenedores para la clase: uno para restos orgánicos, otro para los envases, otro para el papel y uno más para tapones.
Después de elaborar los
contenedores para la clase, decidimos trasladar la necesidad de reciclar a
nuestra propia localidad.
De modo que cada uno de los
alumn@s escribió una carta dirigida al Excmo. Alcalde en el que solicitaba la
colocación de diferentes contenedores con el fin de facilitar a todo el mundo
la labor de reciclar. No se las hicimos llegar, pero fue una práctica más que
interesante. Es increíble cómo se ve el mundo a través de los ojos de un niño,
cómo simplifican los problemas para los
que los adultos, en ocasiones, vemos una difícil solución y cómo, con su
lenguaje directo y sin rodeos, abordan la problemática de una manera clara.
Deberíamos escucharlos y atender a sus consejos más a menudo.
Para la siguiente actividad
contamos con la colaboración de Marisa, la mamá de Pablo, con la cual nos
lanzamos a realizar una campaña imaginaria con el fin de promover la regla de las 3 erres entre la gente
de mediana edad, pues pensamos que igual ellos no estaban tan concienciados.
Así, Marisa realizó con los
chicos un taller en el que, entre
todos, elaboraron un modelo de cartel. Aprendieron lo que es un logotipo, un
imagotipo, un slogan… y a combinar todo ello para captar la atención del
colectivo al que nos queríamos dirigir.
¡¡El resultado quedó genial!!
A propósito del taller que realizamos con la mamá de
Pablo, les propusimos un reto-concurso
para la última actividad. En grupos de 4 o 5 tenían que elaborar su propio cartel, tenían que
hacerlo a mano y debía contener todos los elementos que Marisa les había
enseñado: un slogan, un logotipo y una imagen impactante y clara.
Una vez elaborado el cartel los
miembros del jurado, compuesto por Marisa, Jorge, Raúl y Vanesa, elegimos un
cartel ganador.
¡¡El premio sería su cartel impreso!!
El resultado fue muy gratificante, pues todos hicieron un gran trabajo.
Estos chicos están muy concienciados con el cuidado del planeta pero
está claro que tendríamos que mirar un poco más allá. Por eso, os dejo estas preguntas para la
reflexión: ¿Por qué no todo el mundo ve esa necesidad?
¿Qué podríamos hacer para crear una conciencia social en este sentido? O ¿Qué
ocurre con la gestión de estos recursos? Todos ganamos con un mundo más limpio,
pero… ¿hay quien saca beneficio económico?
