La alimentación influye en todos los
procesos vitales, en especial en los primeros años de la vida: es la base
necesaria para un buen desarrollo físico, psíquico y social de los niños. De
ahí la importancia de despertar el interés por una alimentación saludable.
La formación de hábitos de
alimentación saludable y equilibrada es un proceso en el que debe intervenir
toda la comunidad educativa: la familia, la escuela, los comedores escolares y
los medios de comunicación.
Desde el colegio continuamos
insistiendo, según la línea emprendida ya en cursos anteriores, en la importancia de
un almuerzo escolar adecuado. Por ello, cada día los alumnos y alumnas deben
traer para comer durante el recreo un alimento considerado sano, evitando el
consumo de productos ricos en azúcares y grasas de origen animal o vegetal y
otros producidos por métodos industriales, poco recomendables.
Este almuerzo del recreo debe ser un
complemento del desayuno y no un sustituto. Debe servir para evitar el golpe de
cansancio a media mañana y mejorar la atención y la eficacia en clase,
aportando la energía necesaria para rendir adecuadamente hasta la hora de la salida
del colegio.
Para ayudarnos a cumplir con nuestro propósito tenemos establecido un calendario semanal:
Durante el mes de noviembre los
alumnos de 4 años elaboraron sus propios menús semanales para el almuerzo en el colegio.
La finalidad de esta actividad era que ellos mismos pensaran en almuerzos variados y sanos, concienciándose así de la importancia de una buena alimentación.
La finalidad de esta actividad era que ellos mismos pensaran en almuerzos variados y sanos, concienciándose así de la importancia de una buena alimentación.
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