Entre los insectos beneficiosos, el abejorro común (Bombus terrestris) es un visitante
habitual del huerto. Tiene el cuerpo con bandas negras y amarillas y el extremo del abdomen
blanquecino.
Es uno de los polinizadores más importantes, que practica lo que se denomina la
polinización vibratoria o polinización por zumbido: mediante el movimiento de
los músculos de las alas producen una vibración, con un zumbido característico, que
hace salir el polen de las anteras. Esta es casi la única manera de polinizar
algunas plantas, cuyas anteras están abiertas solo por un pequeño orificio en
su extremo, como los tomates. De ahí su importancia en el huerto.
Las
conocidas lombrices de tierra son animales muy beneficiosos. Aunque las veamos
muy parecidas, existen varias especies diferentes, que “trabajan” asimismo a
distintas profundidades en el suelo. Al excavar para hacer sus túneles remueven
y airean el suelo y facilitan la infiltración del agua y materia orgánica en
capas profundas. Además, ingieren gran cantidad de tierra y restos
orgánicos y sus abundantes excrementos constituyen un abono excelente.
Para
terminar, por ahora, hablaremos de una bonita oruga, la de la mariposa “macaón”
(Papilio machaon), observada también
en el huerto este último otoño. Es una oruga verde con anillos negros y puntos
anaranjados. Se alimenta de plantas de la familia de las umbelíferas, a la que
pertenecen, por ejemplo, el perejil o las zanahorias, aunque sin causar nunca
grandes daños. En el huerto la hemos visto sobre perejil y sobre una planta de
hinojo, también perteneciente a esta familia, que crecía espontáneamente cerca
de los bancales. La mariposa es una de las más bonitas y grandes de toda la
Península Ibérica, de color amarillo con líneas y manchas negras, con algún
toque azulado y dos puntos rojos muy visibles, además de dos colas llamativas
en la parte posterior. Aún no hemos tenido la suerte de verla en el huerto.