Uno de los principales pilares en los que se fundamenta nuestro Proyecto de Educación Ambiental es la instalación de un nuevo huerto escolar, que nos permita asegurar su permanencia en el futuro, con un planteamiento que prime el aspecto educativo sobre el productivo y que posibilite a los alumnos la construcción de aprendizajes en relación directa con el medio ambiente.
Consideramos que el huerto
escolar es un medio muy valioso para abordar temas como la promoción de hábitos
de alimentación saludable y consumo responsable, así como la educación en
valores, potenciando las habilidades sociales, el aprendizaje cooperativo, la
convivencia y las actitudes de respeto, tanto por las personas como por el
medio ambiente.
El emplazamiento escogido para su
instalación es el espacio situado en la parte trasera del colegio, al que hasta
el momento no se había dado ningún uso. En el mes de diciembre el personal del
ayuntamiento levantó el terreno en la zona elegida para instalar los bancales
del huerto. Afortunadamente no apareció escombro, como nos temíamos que pudiera
ocurrir, sino tierra bastante buena, tan sólo con algunas piedras sueltas
fáciles de quitar. Al fin y al cabo era zona de antiguos huertos.
Diversas circunstancias
contribuyeron a retrasar las obras de la instalación más de lo deseado, ya que
hubiésemos querido tener el huerto plenamente operativo al comenzar el último
trimestre. La sequía de los meses invernales, el retraso en servirnos la madera
tratada encargada para delimitar los bancales, la relativa disponibilidad de
los empleados municipales, con cuyo apoyo contábamos para la fase inicial, las
dificultades para instalar una toma de agua, debido a la escasa presión en esa
zona…
Por todo ello decidimos convocar
una reunión informativa el día 13 de abril, solicitando la colaboración de
padres, madres, abuelos u otras personas interesadas, con ganas, tiempo y
posibilidades de echar una mano en esta tarea. Al día siguiente un buen puñado
de voluntarios se ponía manos a la obra y daba comienzo a los trabajos y, tras
algo más de un mes y no pocas tardes de esfuerzo, conseguía dejar a punto la
instalación del nuevo huerto.
De todo el proceso dejamos aquí
testimonio gráfico: explanación y nivelación del terreno, aporte de abono
orgánico, laboreo con motoazada, replanteamiento y delimitación de los
bancales, acondicionamiento de accesos y pasillos entre los mismos e
instalación de riego automático mediante goteo.
No queremos dejar de agradecer
también la aportación de los empleados municipales, Jesús y Fernando, que nos
han facilitado un punto de luz con la instalación de un programador y una toma
de agua, vitales para el riego del huerto.
Entre los participantes en estos trabajos,
mención especial para los “técnicos”, Juan e Ínigo, por su profesional contribución
al montaje del riego y para Sonia y José por su dominio de la motoazada, tareas
ambas que se nos antojan más complicadas a los demás.
Bien merecéis una mención todos
cuantos habéis aportado vuestro grano de arena, pero temo que alguien se nos
olvidaría, injustamente. Nuestro más sincero agradecimiento a todos, pues
habéis conseguido que esta parte importante del Proyecto se haya hecho
realidad. Este es también “vuestro” huerto. Nos queda además la inmensa
satisfacción de haber vivido, o mejor dicho, de estar viviendo una
extraordinaria experiencia de colaboración y convivencia entre madres, padres y
maestr@s. Con entusiasmo, con ilusión y hasta con buen humor. ¡Qué mejor comienzo para trasladar estos valores a
nuestr@ alumn@s!
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