Hace unos días ha pasado por el
colegio uno de nuestros grandes colaboradores: el abuelo cuentacuentos, junto
con su inseparable Pirulo. Además de entretenernos con sus interesantes y
divertidas historias, nos ha hablado de la importancia de hacer un uso adecuado
y no derrochar un bien tan preciado e
imprescindible como es el agua
Gestos sencillos, como por
ejemplo cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes, ayudan a ahorrar
agua. Nos ha contado que él, cuando va a ducharse, no deja que se pierda una
gota. Toda el agua que sale por el grifo hasta que llega caliente la recoge en
unos bidones de plástico y luego la usa para regar las plantas que tiene en
casa.
Nos ha traído en una regadera la que recogió
antes de la última ducha y nos ha demostrado que no es poca. Ha llenado primero
unos vasos, con cada dos vasos una botella de medio litro, después vaciaba las
botellas en una jarra de un litro y la jarra en un bidón de 5 litros. Al final se ha llenado el bidón.
Si todos hiciéramos lo mismo, cada
uno de los de la clase, en cada colegio, en cada casa, en cada pueblo, en cada
ciudad… Millones de personas, 5 litros
al día cada uno, ahorraríamos… ¡Un montón de agua! Para ayudarnos a calcular
cuánta, puesto que estamos en otoño, nos ha traído unas castañas.
Nos ha contado también que el
aceite usado es muy contaminante. Una sola gota puede contaminar muchos litros
de agua si lo arrojamos por el fregadero. Por eso hay que llevarlo a los
contenedores especiales para su recogida. Y nos ha recordado que también hay otros
contenedores en los que se recogen los envases y plásticos, para reciclarlos.
¡Hay que ver cuánto se aprende
con el abuelo cuentacuentos!
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